Estados Unidos, 31 de octubre de 2022.- El Observatorio Austral Europeo (ESO) logró captar con gran detalle el “fantasma” de una estrella gigantesca que estalló hace 11 mil años y de la que solo quedan tenues estructuras en tonos rosas y anaranjados.
El Observatorio explicó que cuando las estrellas más masivas llegan al final de su vida, a menudo se apagan con una explosión, en un estallido llamado supernova. Estas explosiones provocan ondas de choque que se mueven a través del gas circundante, comprimiéndolo y creando estructuras intrincadas similares a hilos. La energía liberada calienta los zarcillos gaseosos, haciéndolos brillar intensamente, como se ve en esta imagen.
Detallaron que en esa imagen de 554 millones de píxeles, se obtuvo una vista extremadamente detallada del remanente de supernova Vela, llamado así por la constelación austral Vela (Las Velas).
“Podrías colocar nueve Lunas llenas en toda esta imagen, y toda la nube es aún más grande. A solo 800 años luz de la Tierra, este espectacular remanente de supernova es uno de los más cercanos que conocemos” señalan en un comunicado.
Cuando explotó, las capas más externas de la estrella progenitora fueron expulsadas al gas circundante, produciendo los espectaculares filamentos que observamos aquí. Lo que queda de la estrella es una bola ultradensa en la que los protones y los electrones se unen en neutrones: una estrella de neutrones.
La estrella de neutrones en el remanente de Vela, ubicada ligeramente fuera de esta imagen en la parte superior izquierda, resulta ser un púlsar que gira sobre su propio eje a una velocidad increíble de más de 10 veces por segundo.
Señalan que la imagen es un mosaico de observaciones tomadas con la cámara de campo amplio OmegaCAM del VLT Survey Telescope (VST), alojado en el Observatorio Paranal de ESO en Chile. La cámara de 268 millones de píxeles puede tomar imágenes a través de varios filtros que dejan pasar la luz de diferentes colores. En esta imagen particular del remanente de Vela, se usaron cuatro filtros diferentes, representados aquí por una combinación de magenta, azul, verde y rojo.
El VST es propiedad del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia, INAF, y con su espejo de 2,6 metros es uno de los telescopios más grandes dedicados a estudiar el cielo nocturno en luz visible. Esta imagen es un ejemplo de un estudio de este tipo: el Estudio Fotométrico Hα VST del Plano y Protuberancia Galáctica del Sur (VPHAS+). Durante más de siete años, este estudio ha cartografiado una parte considerable de nuestra galaxia natal, lo que ha permitido a los astrónomos comprender mejor cómo se forman, evolucionan y finalmente mueren las estrellas.