Morelia, Michoacán, a 28 de noviembre de 2024.- En la última sesión de Viernes de Astronomía de este semestre, Bernardo Cervantes, investigador del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la UNAM Campus Morelia, compartirá mucho este el tema en la plática “Escuchando el murmullo del espacio-tiempo”, este 29 de noviembre a las 19:00 horas en el canal de Youtube y página de Facebook del IRyA UNAM.
La plática es para todo público y no se requiere registro previo. Plática en vivo en Youtube: https://www.youtube.com/live/NdLSYoTPiJY?si=PxSrXQtwHVdCkk34
Ante de ello, es posible adelantar que el espacio vibra, y ahora se ha medido esta vibración. En la física actual, el espacio y el tiempo forman parte de una misma realidad, y la gravedad se concibe como una deformación de este espacio-tiempo. Los objetos lo curvan según qué tan “pesados” son, de la misma forma en cómo se curva una sábana estirada si se le pone algo pesado encima.
Si ponemos un balín de metal y un globo inflado en la sábana, el balín la curva más a pesar de ser más pequeño, porque el material de que está hecho está más concentrado, es decir, es más denso. En el universo una estrella de neutrones o un agujero negro son como el balín, objetos sumamente densos que curvan mucho el espacio-tiempo en su cercanía.
Cuando dos estrellas de neutrones o agujeros negros están dando vueltas uno alrededor del otro, producen ondulaciones en el espacio-tiempo como las que suceden cuando uno tira una piedra en un charco, llamadas ondas gravitacionales. Hasta este año solamente las habíamos detectado en los instantes previos a la fusión de las dos estrellas de neutrones o agujeros negros, cuando son fuertes y frecuentes, como lo es un sonido intenso y agudo.
Unos experimentos recientes parecen haber logrado medir la vibración continua del espacio-tiempo, algo así como un “ruido de fondo” de estas ondas, cuando son débiles y poco frecuentes, como si fuera un murmullo quedito y grave.