Morelia, Michoacán, 17 de febrero de 2024.- En un giro inesperado, un nuevo estudio reveló que una estrella doble es menos pesada de lo que se pensaba que tenían este tipo de objetos, desafiando los modelos de evolución estelar que se tenían. El trabajo fue liderado por Jazmı́n Ordóñez Toro, estudiante del doctorado en Astrofísica en el Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la UNAM, Campus Morelia.
“Es muy importante la colaboración científica y la aplicación de las últimas herramientas para expandir nuestro conocimiento del universo, así como cuestionar y revisar continuamente las teorías establecidas”, dijo con mucho entusiasmo Ordóñez Toro, al hablar del equipo de colaboración que presentó este nuevo y sorprendente resultado, recientemente publicado en la revista internacional especializada The Astronomical Journal.
El sistema llamado “S1” se compone de dos estrellas, una más masiva (pesada) que la otra, y se ubica en una región de formación estelar de la constelación de Ofiuco, a unos 450 años-luz de distancia de la Tierra. Es una zona donde están naciendo muchas estrellas de masa intermedia y baja, es decir, algunas un poco más grandes que el Sol, pero no demasiado, y otras más pequeñas que el Sol.
“En las últimas décadas, sistemas de dos estrellas jóvenes como ‘S1’ han sido un referente clave para poner límites a los modelos de formación estelar, proporcionando pistas cruciales sobre procesos relacionados tanto con estrellas de masa intermedia como de baja masa”, explicó Ordóñez Toro.
En un sistema como “S1”, dos estrellas jóvenes orbitan mutuamente alrededor de un centro de masa común, lo que significa que giran una alrededor de la otra. Medir su movimiento de manera precisa permite determinar la masa de ambas estrellas de forma independiente a los modelos teóricos de formación y evolución estelar, proceso que resulta clave para ponerlos a prueba.
Hasta ahora, la más grande de “S1” se había catalogado como una estrella unas 6 veces más grande que el Sol, comparando su intensa luminosidad con lo predicho por los modelos de evolución estelar existentes. En este nuevo trabajo, el equipo de investigación liderado por Ordóñez Toro realizó observaciones en ondas de radio utilizando una poderosa técnica llamada interferometría de línea de base muy larga (Very Long Baseline Interferometry, VLBI), que combina los datos de diferentes radiotelescopios a grandes distancias entre sí.
Además, el equipo recopiló observaciones previas similares realizadas a lo largo de dos décadas que, junto con las más recientes, permitieron medir el movimiento del sistema “S1” con una precisión sin precedentes, y por lo tanto estimar la masa de ambas estrellas del sistema de forma independiente a los modelos.
De forma sorprendente, Ordóñez Toro y su equipo estimaron que la estrella principal de “S1” tiene una masa de solamente unas 4.1 veces la del Sol, menor que las estimaciones previas.
“Nuestro estudio muestra la importancia de utilizar técnicas avanzadas y observaciones a largo plazo para desentrañar los misterios de la formación de las estrellas”, dijo Ordóñez Toro. “Este trabajo no sólo redefine nuestra percepción de ‘S1’, sino que podría tener implicaciones significativas para refinar los modelos teóricos de evolución estelar temprana en el rango de masas intermedias”, concluyó.