Morelia, Michoacán, a 14 de marzo de 2024.- Hoy se conmemora el 459 aniversario luctuoso de Don Vasco de Quiroga, "Tata Vasco" para los indígenas purépechas, un hombre cuya vida y obra marcaron un antes y un después en la historia de México. Nacido en Madrigal de las Altas Torres, España, en 1470, este jurista y religioso llegó a la Nueva España en 1531, con la encomienda de impartir justicia en la Primera Audiencia.
Su sensibilidad ante la situación de los pueblos indígenas lo llevó a convertirse en su protector y defensor. Renunció a su cargo para dedicarse por completo a la evangelización y al desarrollo social de las comunidades purépechas. En 1537, fue nombrado obispo de Michoacán, diócesis que pastoreó durante 28 años.
Un obispo humanista:
Don Vasco de Quiroga implementó un modelo de evangelización basado en el respeto a la cultura indígena. Creó los "hospitales-pueblos", donde los indígenas aprendían oficios, artes y valores cristianos. Fundó escuelas, talleres y sistemas de riego, impulsando la economía local y mejorando la calidad de vida de los purépechas.
Su legado pervive en la región:
- Pátzcuaro: Ciudad que Don Vasco transformó en un centro cultural y educativo.
- Tianguis Artesanal de Domingo de Ramos: Tradición comercial que se remonta a la época de Don Vasco.
- Basílica de Nuestra Señora de la Salud: Donde reposan sus restos.
Un ejemplo de justicia y compromiso:
Don Vasco de Quiroga es un símbolo de la lucha por la justicia social y la defensa de los derechos de los pueblos indígenas. Su legado nos invita a reflexionar sobre la importancia de la inclusión, la igualdad y el respeto a la diversidad cultural