Ciudad de México, a 12 de junio de 2024.- Trabajar en casa llegó para quedarse. Algo que hace años parecía impensable es una realidad para muchas personas, que hoy, no tienen que manejar diario al trabajo porque tienen la posibilidad de trabajar desde casa. Esto, aunque no se trata de algo nuevo, sí ha tenido un impacto significativo en la movilidad y en los hábitos de conducción, especialmente en las grandes ciudades de México.
En el periodo abril-diciembre de 2023, hubo un incremento de 39% en los kilómetros recorridos en auto por las personas que hacen home office, en relación al mismo periodo de 2020, año en el que debido a la pandemia la movilidad se redujo considerablemente. Además, las mujeres que trabajan desde casa usaron su auto 3.5% más en el mismo lapso, de acuerdo con información de miituo, la insurtech que busca hacer más justos los pagos en seguros para autos.
Si bien la movilidad para quienes hacen home office ha incrementado desde la pandemia, en la cual hubo un periodo de cuarentena para gran parte de la población, el trabajo desde casa, en especial para las generaciones más jóvenes, ha cambiado la forma en la que estas se desplazan.
“La adopción generalizada del trabajo remoto ha propiciado un cambio en los hábitos de movilidad, con menos desplazamientos hacia la oficina, pero más visitas al gimnasio y supermercado. Es decir, los viajes largos diarios al trabajo, ahora son viajes más cortos, esporádicos en diferentes horarios, a comparación de quienes tienen un horario de oficina y que suelen usar el auto en los momentos de mayor congestionamiento vial. Esto se ve particularmente en las personas menores de 30 años”, afirma Leonardo Cortina, CEO y cofundador de miituo.
Añade que, como resultado de este cambio en los patrones de movilidad, las aseguradoras se enfrentan al desafío de adaptarse a estas dinámicas, desarrollando productos y servicios que vayan en sintonía con las nuevas necesidades de los usuarios, por lo que la capacidad de comprender y responder ágilmente a esta transformación será la diferencia entre ser relevante y competitivo o quedarse rezagado.