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MensajearMálaga, España, a 3 de septiembre de 2024.- En una operación internacional que involucró a la Policía Nacional, la Policía de Colombia, Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y EUROPOL, se ha desarticulado una organización criminal dedicada a la importación y procesamiento de cocaína en España. Esta red delictiva, con conexiones directas en Colombia, utilizaba ingeniosos métodos para introducir la droga en el país, ocultándola en cajas de cartón destinadas al transporte de frutas. El sofisticado laboratorio donde se procesaba la cocaína estaba escondido bajo una plaza de toros en una extensa finca rústica en La Puebla de Montalbán, Toledo.
La investigación, que comenzó en agosto de 2022 gracias a una alerta del Oficial de Enlace de la Policía Nacional de España en Colombia, permitió descubrir que la organización operaba bajo la fachada de una empresa frutícola en Málaga. Esta empresa recibía contenedores de plátanos desde Colombia, con las cajas impregnadas de cocaína. Una vez en España, la droga era extraída y procesada en un laboratorio clandestino que imitaba las instalaciones de los grandes laboratorios colombianos.
El laboratorio estaba estratégicamente oculto en la parte inferior del tendido de una plaza de toros dentro de la finca, la cual también contaba con un campo de olivos y una explotación ganadera. Dividido en varias zonas especializadas, el laboratorio permitía la producción de grandes cantidades de cocaína, que posteriormente era distribuida por todo el país.
En junio de 2024, durante un asalto al laboratorio, los agentes interceptaron vehículos que transportaban 21 kilos de cocaína recién fabricada. En esta primera fase de la operación, se detuvo a 18 personas, entre ellas varios miembros de una familia que dirigía la organización desde Madrid y Toledo. En los registros se incautaron 240 mil euros en efectivo, 26 kilos de clorhidrato de cocaína, 20 kilos de base de cocaína, 13 vehículos y dos armas de fuego.
La organización estaba dirigida por los hijos de un ex sicario colombiano, quien había transformado su actividad criminal en un próspero negocio de narcotráfico. Esta familia mantenía una estructura jerárquica rígida y operaba con un alto grado de hermetismo, similar a las familias mafiosas. Los cabecillas de la organización supervisaban cada etapa del proceso, desde la importación de la droga hasta su procesamiento y distribución.
La segunda fase de la operación se desarrolló en Málaga y Madrid, donde se detuvo a ocho personas adicionales, entre ellas individuos de origen colombiano, chileno y español, responsables de la introducción y manipulación de la droga. Además, la Policía Nacional de Colombia arrestó a dos miembros clave de la red en su país, cerrando así el círculo sobre esta organización internacional.
Este operativo fue cofinanciado por la Unión Europea, en el marco de su Estrategia de Seguridad, que apoya a los Estados miembros en la lucha contra las redes criminales internacionales. Con esta intervención, se ha logrado un golpe significativo contra el narcotráfico en España, desmantelando una red que representaba una grave amenaza para la seguridad.
