Manila, Filipinas, a 11 de marzo de 2025.- El expresidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, fue detenido este martes en el Aeropuerto Internacional Ninoy Aquino de Manila en cumplimiento de una orden emitida por la Corte Penal Internacional (CPI). La detención se produce en el marco de una investigación por crímenes contra la humanidad, relacionados con la polémica guerra contra las drogas que impulsó durante su mandato (2016-2022).
Duterte fue arrestado por las autoridades filipinas en coordinación con la Interpol cuando regresaba de un viaje a Hong Kong. Su captura representa un hito en los esfuerzos de la comunidad internacional por hacer justicia a las miles de víctimas de su controvertida política de seguridad, que resultó en miles de muertes, muchas de ellas en presuntas ejecuciones extrajudiciales.
A pesar de que Filipinas se retiró de la CPI en 2019, el tribunal sostiene que mantiene jurisdicción sobre los crímenes cometidos antes de esa fecha. En 2021, la CPI abrió formalmente una investigación sobre la campaña antidrogas de Duterte, que ha sido duramente criticada por organismos internacionales de derechos humanos.
La detención de Duterte ha generado reacciones encontradas en Filipinas. Su asesor legal, Salvador Panelo, calificó la acción de “ilegal” argumentando que el país ya no es parte de la CPI. No obstante, expertos jurídicos sostienen que, al seguir siendo miembro de la Interpol, Filipinas tenía la obligación de cooperar con la orden de arresto.
Aún está por determinarse si Duterte será entregado al tribunal internacional en La Haya. Su caso podría generar un conflicto político en el país, donde sigue contando con una base de apoyo significativa. Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos han celebrado la detención como un paso clave hacia la rendición de cuentas.
El proceso judicial que enfrentará Duterte podría convertirse en un precedente mundial para el enjuiciamiento de líderes acusados de violaciones a los derechos humanos durante su mandato.