Queréndaro, Mich., a 4 de febrero de 2025.- Desde noviembre de 2024, la lucha del crimen organizado por el control del territorio, pasó de los bosques del oriente de Michoacán a las calles de municipios como Álvaro Obregón y Queréndaro, que vieron interrumpida su tranquilidad cotidiana por intensas balaceras, explosiones y convoyes de pistoleros desfilando por sus caminos. Las autoridades locales están rebasadas, y el estado y la federación no parecen contener el problema.
La madrugada del martes 4 de febrero, tres camiones blindados con alrededor de 40 sicarios, irrumpieron en la cabecera municipal de Queréndaro, luego de una serie de enfrentamientos en los alrededores.
Las intensas balaceras fueron documentadas por los pobladores, quienes registraron fuertes explosiones que dejaron sin luz a la cabecera municipal.
Asimismo, el edificio de la presidencia municipal y agentes de la Policía fueron atacados a balazos, resultando heridos dos agentes.
Esté no es el primer ataque contra las autoridades municipales, y de hecho el anterior tuvo lugar apenas el 21 de enero, cuando el director de seguridad pública fue atacado junto con sus escoltas, en la comunidad El Calvario.
Antes, el 22 de noviembre, un comando armado encabezado por William Edwin Rivera Padilla “El Barbas”, jefe de plaza del Cartel Jalisco Nueva Generación, irrumpió en Queréndaro para enfrentarse al desertor Alan Martínez Durán “El Primo”, líder del “Grupo X”.
En esa ocasión también fue atacada la Presidencia Municipal y agentes de la Policía Municipal.
Debido a las amenazas de violencia, la alcaldesa abandonó el municipio desde diciembre, por lo que despacha a distancia.