Morelia, Mich., a 16 de enero de 2025.- La coordinación de Seguridad Vial, dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán, se mantiene como una corporación infectada por el virus de la corrupción, cuyas ganancias representan hasta medio millón de pesos mensuales para sus mandos.
Seguridad Vial, antes Dirección de Tránsito de Michoacán, nació bajo la tutela de Martín Barragán Andrade, un perfil político sin casi alguna experiencia en seguridad.
Aunque Barragán Andrade tenía la misión de acabar con la corrupción engendrada en Tránsito del estado durante el sexenio de Silvano Aureoles Conejo, no logró su cometido y, en cambio, se mantuvieron las prácticas corrupción.
Con Barragán se mantuvieron los negocios con empresas de grúas, señaladas múltiples veces de excesivos cobros y de robar vehículos estacionados que luego aparecían en sus corralones con estratosféricos recargos.
Asimismo, persistieron las cuotas de multas y dinero recaudado por los agentes de la corporación, por actos de corrupción, generando de acuerdo con algunas estimaciones hasta medio millón de pesos mensuales a los mandos policiacos.
En enero de 2024,a Dirección de Tránsito del estado de Michoacán fue derogada por decreto del Poder Ejecutivo del estado de Michoacán, luego de varios años de escándalos de corrupción y malos manejos que terminaron por darle fin a esta controversial dependencia.
Al arribo de Martín Barragán Andrade a Tránsito del estado, este decía que era incorruptible, pero mucho del dinero desaparecido habría ido a parar a varios bolsillos y a una campaña política.
Además del dinero de las multas y del presupuesto, la Administración de Barragán Andrade habría quitado ilegalmente prestaciones a los agentes e incluso se les habrían vendido playeras que además no son parte del uniforme oficial.