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MensajearZitácuaro, Mich., a 7 de abril de 2022.- Identificado como líder del crimen organizado en la región Zitácuaro, epicentro político y económico del Oriente de Michoacán, Medardo Hernández Vera, alias “Lalo Mantecas” y/o “El 100”, de la Familia Michoacana, reina la región entre la violencia y las fiestas con excesos, manteniendo además una fuerte presencia en el Estado de México, lo que ha llevado a las autoridades a ofrecer hasta 500 mil pesos por información que permita su captura.
Hernández Vera es uno de los tres principales líderes de La Familia Michoacana en los límites de Michoacán con Guerrero y el Estado de México, donde el Cártel Jalisco Nueva Generación es su principal rival.
Su influencia en el Estado de México es tal, que se le señala como responsable de la imposición de Alcaldes por medio de la violencia, mientras que su actividad criminal abarca los municipios de Tejupilco, Valle de Bravo, Zacazonapan, Otzoloapan, Santo Tomás de los Plátanos, Ixtapan del Oro, Donato Guerra, Amanalco, Villa Victoria y Villa de Allende.
Su operación en el estado de Michoacán se ha detectado en Zitácuaro, Hidalgo, Zinapécuaro, Maravatío, Tzitzio, Juárez y Tuzantla, entre otros, donde la tala ilegal, la producción y trasiego de drogas, la extorsión y el secuestro, son algunas de las principales actividades delictivas de La Familia.
En algunos de estos municipios, Lalo Mantecas se ha aliado con el cártel de Los Correa, una familia criminal asentada en San Antonio Villalongín, Hidalgo, reforzando así su lucha contra el Cártel Jalisco Nueva Generación.
La impunidad que goza en Michoacán “Lalo Mantecas”, le permite celebrar grandes fiestas a las que asisten personas como el cantante de narcocorridos “El Komander”, hecho que sucedió el pasado mes de noviembre en el municipio de Juárez.
Un año antes, en noviembre de 2020, una fiesta casi le cuesta la libertad a Medardo Hernández, cuando fuerzas federales y estatales recibieron reportes de que “Lalo Mantecas” se hallaba festejando un cumpleaños en el rancho La Ciénega, de Amatepec, Estado de México. El operador criminal fue identificado mediante labores de inteligencia y se desató un operativo para capturarlo. Cuando las autoridades penetraron en el rancho, Hernández Vera y sus colaboradores más cercanos habían escapado.
A él se le identifica como el principal causante de la violencia en el oriente de Michoacán, lo que se refleja en el aumento de enfrentamientos, asesinatos y ataques directos contra las autoridades estatales y federales en aquella región de la entidad, donde en lo que va del año, además de una masacre en Zinapécuaro, ha sido atacada la Fiscalía de Maravatío y asesinado un periodista y un asistente del mismo medio de comunicación, en Zitácuaro.
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