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MensajearLázaro Cárdenas, Michoacán, 12 de abril del 2022.- Una importante alza en la llegada de vacacionistas se ha registrado desde el fin de semana en Playa Eréndira, Playa Azul y Caleta de Campos, gracias a las vacaciones de Semana Santa.
Las playas de Lázaro Cárdenas están listas para recibir a cientos de familias que buscan descansar en la arena, y disfrutar del mar.
La afluencia es notoria en comparación con los dos últimos años, pues derivado de la pandemia por el COVID-19 hubo temporadas atípicas, con poca afluencia de bañistas.
Las autoridades de Salud han invitado a la población a mantener las medidas de seguridad para disminuir el riesgo de contagios.
Luego de jornadas de limpieza, se reportan playas limpias y se han colocado semáforos de riesgo para los visitantes, así como botes en donde depositar la basura con el fin de mantener limpias las playas.
Estos esfuerzos por mantener limpias las playas forman parte de un plan de concientización implementado por el Ayuntamiento, con apoyo de la organización Bejuco en Movimiento, el cual tiene como finalidad la protección del medio ambiente.
Para llegar a estos sitios turísticos ubicados en la costa michoacana, en el trayecto de la Ruta al Pacífico se colocó señalización para guíar a los viajeros y se les invita a manejar con precaución para reducir los riesgos de accidentes de tránsito.
La diputada local Julieta García Zepeda se unió a los esfuerzos del gobierno municipal y de Bejuco en Movimiento, y pidió a los visitantes mantener limpias las playas para proteger a las especies marinas.
Los pobladores hicieron un llamado a los visitantes a colocar su basura en los contenedores, o bien llevársela con ellos, pues en muchas ocasiones sí la recogen, pero las dejan en bolsas que luego abren los perros y se genera un foco de infección que llega a ser arrastrado por el mar.
Según datos un artículo “Cambio climático y medio ambiente” publicado el 22 de octubre de 2021 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la contaminación causada por el plástico en los ecosistemas acuáticos ha crecido considerablemente en los últimos años y se prevé que se duplique para 2030, con consecuencias nefastas para la salud, la economía, la biodiversidad y el clima.
