Morelia, Michoacán, 11 de enero de 2024.- La madre naturaleza nos ha regalado un espectáculo único e impresionante, ya que cada año miles de Mariposas Monarca viajan desde Canadá hasta los bosques de Michoacán y Estado de México, donde los visitantes podrán apreciarlas en todo su esplendor en los santuarios de El Rosario, Sierra Chincua y Senguio, hasta el mes de marzo.
Los bosques de oyamel y pino son fundamentales para mantener su hábitat natural y el ecosistema ideal para su sobrevivencia, luego de un largo trayecto donde buscan alejarse del invierno canadiense, aunque en nuestro país el clima siga considerándose frío, ya que la gran altura de los árboles y la probabilidad de lluvia llega a generar temperaturas de 3 grados centígrados o menos.
Por ello, si visitas uno de estos santuarios es importante seguir las recomendaciones del guía certificado y protector de la Mariposa Monarca, Juan Gerardo Sánchez Rivera, para disfrutar tu trayecto.
Ve muy bien abrigado con ropa térmica y chamarra gruesa, de preferencia que sea larga para que también cubra parte de tus piernas; utiliza zapatos cerrados y aptos para largas caminatas en el cerro, ya que, aunque puedes realizar el recorrido a caballo o a bordo de una camioneta, para llegar a la zona núcleo es necesario caminar.
Lleva suficiente agua para mantenerte hidratado, ya que el recorrido dura aproximadamente 45 minutos.
Juan Gerardo explicó que las acciones para preservar y cuidar esta especie deben iniciar desde los visitantes, por ello recomendó no llevar botellas de plástico ni cualquier otro componente que contamine el bosque, elegir productos ecológicos, y no tirar basura.
Con sólo medio gramo de peso, las Mariposas Monarca son unas guerreras al lograr viajar miles de kilómetros hasta Michoacán, por lo que es importante que conozcas que está completamente prohibido recolectarlas. También, evita llevar grabadoras y utilizar tu celular en silencio para no generar ruido.
Recientemente el Gobierno de Michoacán entregó un millón de dólares al Fondo Monarca para contribuir a su conservación, ya que el recurso se destinará para el pago de servicios ambientales, así como para dueños y poseedores del bosque, ejidatarios y para los pequeños propietarios de 33 ejidos, comunidades indígenas y propiedades ubicados en las 13 mil 500 hectáreas de la zona núcleo de esta reserva natural.
Actualmente la reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca es reconocida por la Unesco como Bien de Patrimonio Mundial Natural.