Morelia, Michoacán., 27 de julio del 2019. - Enmarcado por la belleza de frondosos ahuehuetes, el Lago de Camécuaro es una maravilla natural que convida al romanticismo, esparcimiento, embeleso y a la admiración.
Ubicado a 136 kilómetros de Morelia por la carretera libre que va a Guadalajara, ese destino especial se abre como puerta al regocijo porque el azul turquesa de sus aguas no encuentran parangón.
Es un lago relativamente pequeño, de tan sólo 1.6 hectáreas de longitud y 8 metros de profundidad en su parte más honda, lo que lejos de ser una limitante se alza como otra de sus grandes virtudes porque niños y grandes pueden meterse a nadar en gran parte de su espejo, amén de que se puede practicar la pesca con caña y anzuelo.
Los sabinos que lo circundan amplían su belleza y grandilocuencia, porque, aunque usted lo dude, lector amable, es un lago que dice mucho, que susurra, platica y cuenta historias de grande amores y tradiciones de un gran pueblo de pescadores.
Camécuaro es un vocablo tarasco que traducido al español significa Lugar de Baño. Y sí, allí uno puede bañarse de turquesa, ensoñación, alegría, satisfacción y hasta de misticismo, porque él hace volver a sentir que Dios existe y que nos ha regalado una parte del paraíso terrenal.
A sólo 14 kilómetros de la progresista ciudad de Zamora, el Parque Nacional Lago de Camécuaro pertenece al municipio de Tangancícuaro; cuenta con un embarcadero de lanchas típicas conducidas por remeros que ofrecen recorridos para siete personas por tan sólo 250.00 pesos, mismo que dura aproximadamente media hora de ida y vuelta.
Las troncos, raíces y follajes de los ahuehuetes o sabinos le dan un toque de privilegios inconmensurables al entorno. De ahí que Camécuaro sea considerado uno de los escenarios más bellos de México para la foto de ocasión, del recuerdo o de la fecha especial. Cotidianamente llegan fotógrafos de todos los niveles a capturar detalles y singularidades de tan magnífica maravilla.
El Lago de Camécuaro cuenta con numerosos manantiales que lo dotan de agua corriente que va a desembocar en el Río Duero, ese que riega toda la región de Tangancícuaro y Zamora, de ahí que la producción de frutas y hortalizas sea tan grande y rica en todo ese rumbo michoacano.
En suma, lector atento, cuando usted quiera abrirle las compuertas a su propia capacidad de asombro, vaya al parque Nacional Camécuaro, donde además se le ofrecerán delicias culinarias a bajo precio, tales como tortillas de maíz negro recién sacadas del comal con queso fresco, asadero, nopales, hongos silvestres y rajas con elote; salsa de molcajete tanto de tomate de cáscara como jitomate; mariscos frescos traídos diariamente desde los mares nayaritas; así como un amplio menú de comida regional.
Camécuaro es, sin lugar a duda, uno de los lagos más hermosos de todo México. Así sea.