Río de Janeiro, Brasil a 20 de agosto de 2016.- El clavadista brasileño Luiz Felipe Outerelo, en la prueba de salto sincronizado de trampolín de 3 metros, tuvo la mala suerte de protagonizar el clavado más triste de Río 2016.
Él y su pareja de nado, Ian Matos, eran de los favoritos a llevarse una medalla en esta competencia, sin embargo Luiz Felipe Outerelo parece que al girar casi se golpea a si mismo con su propia rodilla, lo cual le hace perder la concentración y la postura para realizar un buen clavado.
Ambos mostraron una muestra de compañerismo y trabajo en equipo por parte de su dupla, quien se acercó al final de la competencia para dar apoyo moral a su compañero.